sábado, 5 de noviembre de 2011

Espejo Alfonsino en madera de haya y chapa de nogal.

Espejo Alfonsino en madera de haya y chapa de nogal.

Esta preciosa pieza, al igual que su hermano gemelo, estaban sentenciados a pudrirse en lo más profundo de la miseria de no ser por las casualidades de la vida. Se trataba de un dormitorio antiguo del que además se conserva un mueble tocador y una mesilla de noche. El conjunto se encontraba arrumbado en el trastero de un cortijo entre enseres, leña, libros y cien mil cachivaches que no sirven para nada, pero que irremediablemente guardamos como si de ello dependiera nuestra supervivencia.
Cuando por fin un día no somos capaces de seguir introduciendo más "joyitas" en nuestro improvisado museo de las miserias, nos entra la prisa por deshacernos de todo, y empezar de nuevo como si nada hubiera pasado. Es en este momento cuando el azar, que a menudo nos confunde con su aspecto, pues... o viene arreglado y oliendo a rosas...o por el contrario.... mejor sería que ni se acercara.... te llega una llamada al móvil que dice.... " Mira... que dice fulanita, que va a tirar unos muebles viejos y que si lo quieres para piezas, o leña... o lo que te de la gana,.... vamos que los va a tirar... que te pases si quieres y te los llevas".
Total, ante semejante parrafada, imaguinaros... lo primero que se te pasa por la cabeza es: verás ahora los mueblecitos que me van a enseñar.... si los quiere para leña.... ¿cómo serán?. Pero como no tenía mucho que hacer y la curiosidad te araña el estómago, decidí acercarme, y la verdad... no se trataba del mobiliario de Versalles pero...
El conjunto está a buen recaudo, y para darme un gustazo he comenzado a restaurar uno de los espejos gemelos. A continuación os mostraré las distintas fases de la restauración y así disfrutamos todos. Un saludo y espero que os guste.
Espejo antes de la restauración.
La pieza es bastante vistosa, por sus dimensiones. Tiene 1,50 de altura por 1m de ancho, aproximadamente. Está construido en esqueleto de pino y embellecido con chapa de nogal. Las decoraciones de tallas y columnas torneadas están realizadas en madera de haya.
El conjunto, a pesar de encontrarse muy abandonado, muestra buen estado de conservación. Los daños más aparentes no van más allá de acumulación de suciedad, ataque de xilófagos y daños en la chapa. Es sorprendente que la humedad no le halla afectado, pues al estar todo el frente cubierto con chapa, el destrozo hubiera sido algo más que preocupante.

Detalle de la parte inferior izquierda.
En esta foto se ve  perfectamente los daños comentados: suciedad acumulada, los orificios de la carcoma y los daños en la chapa.

Daños en la chapa. Lateral superior derecho.
Los daños en la chapa son importantes aunque muy pequeños en el conjunto de la pieza. Presentaba grietas, descohesión con el soporte y pérdidas de material.


Detalle del torneado en la parte inferior derecha.
En esta imagen se aprecia otro de los daños usuales que afectan al acabado de protección, es decir, al barniz. En este caso, la pieza no había sido repintada, como suele ser lo habitual. El acabado original con el tiempo y debido a la mala conservación, se va oxidando y oscureciendo dejando de actuar como capa protectora y ocultando la visión de la beta.

Primera cata de limpieza.
La primera intervención, después de documentar un pequeño informe para control personal, tipo ficha de daños y documentación fotográfica, se realiza una cata de limpieza utilizando distintos disolventes, comenzando por los menos agresivos hasta dar con el idóneo.

Segunda cata de limpieza.
Es conveniente realizar una segunda cata en otra zona del mueble, porque es posible que existan zonas repintadas con otro barniz diferente que no reaccione igual a la hora de utilizar el de la anterior cata que nos a dado positivo.
Una vez que tenemos el disolvente adecuado para la limpieza del conjunto pasamos a la fase de eliminación del barniz en mal estado. Es posible que antes de proceder a la limpieza química de la madera sea necesario realizar algún trabajo previo de carpintería. Esta ejecución precipitada es importante porque con la limpieza se podrían desprender trozos de chapa o incluso perjudicar con la misma al soporte creando una base que impida el perfecto encolado y consolidación de piezas o chapa. Este paso es el que se aprende con la práctica ; )





Las columnas fueron encoladas antes de la limpieza, precisamente para que la adhesión de la cola no se viera perjudicada. Para unir ambas piezas se realizó un taladro con broca de madera y se introdujo una espiga de haya.
Cuando el mueble está limpio de barnices es adecuado realizar los tratamientos antixilófagos, sobre todo en piezas con un ataque activo, como era el caso. Para esta pieza se ha utilizado un tratamiento a base de inyección, pincelado y vaporizado de la madera con un producto contra la carcoma. Una vez finalizado se ha embolsado la pieza durante una semana para que el efecto de los gases sea más prolongado. Los tratamientos contra la carcoma son efectivos si tras esta intervención seguimos observando el mueble durante el periodo larvario de la carcoma. Dicho periodo puede llegar a durar tres años. Es conveniente tapar todos los agujeros de carcoma para tener un mayor control a la hora de revisar el mueble. En el caso de que durante este periodo observásemos algún agujero deberíamos de repetir la operación.


Saneado de la chapa en mal estado
La zona afectada la he saneado para poder encolar una chapa nueva. Esta ha de ser al menos de la misma madera, en este caso nogal. Hay que intentar que el grosor sea lo más parecido. Esto es complicado a veces, pues las chapas que hoy se encuentran en el mercado son bastante finas. Es interesante hacerse de chapas antiguas y tenerlas almacenadas para estos casos, para ello siempre se pueden encontrar en muebles desechados o buscando por canpinterías.

Calco para la reintegración.
Una vez que tenemos la laguna preparada para la reintegración es conveniente sacar una plantilla que nos facilite sacar un corte de la chapa nueva lo más parecido al original. La pieza que saquemos será algo más ancha, para una vez encolada, la podamos ajustar bien con la lija.

Reintegración de chapa
Ya tenemos la chapa elegida y cortada. El paso siguiente es el encolado y sujeción con una mordaza de carpintero.

Detalle tras el encolado.

Tras retirar la mordaza y ajustar la pieza, este es el resultado. Como vereis, es difícil encontrar una chapa que reuna a la vez factores como grosor y prolongación similar de la beta, pero en este caso no ha quedado tan mal. La reintegración en restauración es un paso más, que nos debe de ayudar a tener con una simple visión una lectura correcta del conjunto, no se trata de imitar al original. En muebles policromados o piezas de valor artístico se procede mediante otras técnicas como la reintegración volumétrica con estuco o araldit madera y la reintegración cromática con técnicas pictóricas como el rigatino.


Este es el resultado final, de la otra reintegración en el lado opuesto para que  veáis como queda tras la igualación del colorido y el barnizado. En conjunto, el mueble una vez limpio no iba a teñirse, porque ya de por si, el nogal es bastante oscuro y el haya en este caso, con el paso del tiempo también había oscurecido. El problema es que la parte saneada con chapa nueva hay que ajustarla con lija, para que quede bien y tras esta operación es inevitable teñir para igualar los tonos. De igual forma se ha utilizado para el tinte, un agua de nogal muy claro realizado con extracto de nogal y pigmento naranja.

Espejo tras la restauración
La pieza ya está terminada. Como protección final se ha utilizado goma laca a muñequilla. El exceso de brillo se ha matizado con cera virgen. Ambos productos se han elaborados en el taller con receta tradicional, como debe ser y como a mi me gusta.

Detalle de la parte superior tras la restauración.

Con esta última foto ilustrativa que permite ver bien el colorido termino. Espero que os halla gustado 







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