miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mesa Isabelina

Mesa Isabelina

Mesa de velador de estilo Isabelino en madera maciza y zonas chapeadas. El sobre es ovalado, y está reforzado con una faja en pino forrado con chapa noble. Ambas partes están unidas con dientes de pino. La pata de velador está realizada en un bloque macizo octogonal, rematado en la parte inferior con un copete esférico terminado en bola. Del bloque central salen cuatro patas con decoraciones de tallas vegetales rematadas en voluta.


 

Detalles constructivos: Anclajes y ensambles

Detalle de los daños.

Acumulación de suciedad, arañazos, repintes..... en general lo normal, si tenemos en cuenta que se trata de una mesa de principios del XX y mal conservada. Pero no solo existen estos daños, la pieza  presenta otros más importantes: 
La chapa que recubre la faja se ha visto dañada por golpes y por movimientos de la madera.


Pérdidas de material.


Ataque de xilófagos.
La pieza presenta ataque de insectos xilófagos, muy concentrados en las patas. El ataque no parece que esté activo pero el daño producido es considerable si tenemos en cuenta que la zona afectada es la que tiene que soportar mayor peso y proporcionar estabilidad.





Intervención.

En primer lugar, tras el estudio previo, se decide el modo de realizar la limpieza. En éste, como en otros casos, es necesario la realización de catas de limpieza.



Se realizan cuatro catas con distintas disoluciones y se opta por la cuarta. Se pretende eliminar varias capas de repintes de un barniz oscuro de origen nitrocelulósico que, aparte de estar en mal estado, ha terminado por tapar completamente la beta de la madera. La eliminación de estos repintes no siempre es fácil, pues suelen mezclarse con suciedad, grasa acumulada por productos de limpieza, además del acabado original, que en muchas ocasiones también está perdido o en mal estado.


Sobre antes y tras la limpieza.
Tras la limpieza se consigue dar con la madera en buen estado, aunque algo seca y desnutrida.



La eliminación de repintes deja a la luz pasadas intervenciones, como puntas estucados etc.



Tratamiento antixilófago.

Tras la limpieza química del mueble es el momento de realizar el preventivo y curativo contra los insectos xilófagos, ya que la madera está más receptiva para absorber más cantidad de tratamiento. En este caso se realizará en tres pasos: mediante brocha, pulverizado y para finalizar se embolsará la pieza durante un periodo no superior a una semana. Con esto intentaremos conseguir que en aquellos lugares donde el liquido no llegue, se infecte con los propios gases que desprende la pieza tras el tratamiento.



Tratamiento antixilófago


Embolsado

El tratamiento tendrá que estar haciendo efecto durante unos días. Tras esta fase se procederá con la consolidación, trabajos de carpintería (piezas que faltan)...etc.


Consolidación.

Las piezas han estado una semana con el tratamiento antixilófago y tras éste, se pasa a consolidar la madera.

Estamos acostumbrados a ver los agujeros de carcoma, y aunque son alarmantes, no somos conscientes del verdadero daño que estos insectos hacen en la madera. Cuando el ataque es persistente, las galerías efectuadas en el soporte ligneo debilitan la pieza convirtiendo ésta en una cáscara de barniz con partículas de serrín desfragmentado que no proporciona consolidación a la estructura. Para unir estos fragmentos y fortalecer el soporte se utilizan resinas termoplásticas, como por ejemplo el paraloid B-72.




La resina se ha introducido mediante jeringuilla en las galerías y antes de que secara, se ha vertido sobre la disolución polvo de piedra pómez para que agarre posteriormente el estuco de reintegración volumétrica.




La consolidación con paraloid solo ha sido necesaria en las patas.

Encolado.


Otro trabajo de consolidación de la estructura importante es el encolado de piezas sueltas. En este caso, una mala intervención anterior hace necesario separar dos partes mal encoladas y unidas por puntas.

Ambas partes se habían encolado con cola orgánica, presumiblemente: cola fuerte. Este tipo de colas tienen el inconveniente de cristalizar una vez secas y si no están bien unidas, rompen como un cristal separando la pieza. Esta unión hubiera sido efectiva, si en vez de poner puntas se hubiera utilizado una espiga de madera. Las puntas con la oxidación del metal terminan por dilatar y aflojar el ensamble.




Como se aprecia en la foto, los destrozos provocados por las puntas son evidentes y el estucado con cera insuficiente.




 La pieza se ha encolado en este caso con cola de polivinilo y se ha puesto una espiga de madera que unirá ambas partes. Cuando esté seca se pondrá una espiga más por la parte inferior. Las grietas se rellenarán finalmente con un estuco más resistente.




Arreglos en la chapa.
La faja decorativa que está bajo el sobre está forrada con chapa y ésta se ha despegado en algunos lados. El motivo ha sido por golpes y por movimientos de dilatación de la madera interior que forma el esqueleto de la misma.




Para encolar la chapa se ha utilizado cola de conejo. Es una cola de origen orgánico, que una vez hidratada queda con una consistencia parecida a un gel. Se introduce entre la chapa y el soporte, y tras proteger la chapa se calienta con espátula térmica para que la pastilla de gel se disuelva y fluya por el interior. Después se ponen gatos de fijación hasta que seque.





Reintegración volumétrica.

El ataque de xilófagos, muy avanzado en la pieza, ha desmembrado la fibra de la madera debilitándola hasta el punto de  desaparecer.  La pérdida de soporte ligneo se  limita a las patas, lugar que por su  naturaleza estructural hace necesario que la reintegración se realice con piezas de madera.
Para reintegrar las  distintas lagunas se ha utilizado diferentes materiales. Las zonas que no están en contacto directo con el suelo se han rellenado, después de ser consolidadas con resina, con estuco a base de serrín tamizado y cola  de polivinilo. Tras secar este estuco se cubre con una masilla de madera acrílica que una vez seca y trabajada aportará unas condiciones más óptimas para dar el acabado.


Distintas fases del estucado.
  
El otro material utilizado es la madera, para las zonas que tienen que tener mayor dureza. Para las reintegraciones se ha utilizado madera de pino y sapeli. Se  han encolado igualmente con cola de polivinilo y después se han ajustado a la linea original.



Próxima fase, dar color a las reintegraciones e igualado del conjunto.

Una vez que se han realizado todas las reintegraciones volumétricas es necesario realizar el igualado del colorido. Para ello se ha utilizado extracto de caoba disuelto en agua. Algunas de las reintegraciones además necesitarán aún entonar más el colorido con el original, para ello se realizará una aproximación a base de pigmentos acrílicos.


Detalle pie

Detalle del sobre

En este punto, la pieza está preparada para la fase de terminación. Para proteger el colorido y la madera se utilizará goma laca, utilizándola como tapa-poro en una primera fase donde se dará un número, no menor de tres manos, y posteriormente, con una menor disolución, varias manos de acabado a muñequilla.






El resultado tras las manos de muñequilla es bastante bueno, la pieza está acabada. en último caso se aplicará una mano de cera para matizar los brillos.